El sistema público de alquiler de bicicletas tiene muchas ventajas, pero voy a destacar las que para mí son las más importantes:
- Evitar hurtos: El usuario no tiene que preocuparse de comprar cadenas/pitones para atar la bicicleta, pues ésta queda anclada en las bancadas disponibles a lo largo de la ciudad.
- Sin mantenimiento: El pago del abono anual incluye el mantenimiento de las bicicletas, por tanto ésta es una preocupación menos para montar en bici.
- La mejor opción si no tienes espacio en casa: Muchas personas no disponen de un lugar físico donde guardar la bici. Con el sistema de alquiler de bicicletas, ésto no es necesario, pues éstas permanecen en las distintas bancadas.
- Aprovechar las cuestas: Muchas personas utilizan las bicicletas públicas sólo para ir cuesta abajo. Una vez llegan a su destino, la anclan en la correspondiente bancada y a la vuelta suelen utilizar el transporte público. Extrapolado a Alicante, la mayor parte de los barrios de la ciudad están a unos metros de altura, por tanto las bicis públicas nos permiten llegar al centro casi sin pedalear, evitando así viajes en bus u otros medios.
- Economía. En Alicante, una abono anual cuesta 30€ + 10 de saldo. Si no se supera la media hora de trayecto, algo habitual en una ciudad que se recorre en 25 minutos de punta a punta, éste no se factura. Lo que en la práctica supone que el alquiler ilimitado de bicicletas cuesta 40€ al año (3,3 euros al mes).
Este artículo (como todos los demás) es una opinión personal de su autor, la cual no tiene por qué corresponderse con el colectivo Alacant en Bici