viernes, 11 de mayo de 2012

Respóndele con civismo


Si eres usuario de la bici en la ciudad de Alicante, habrás notado que todavía estamos lejos de esas ciudades paradigma de las dos ruedas, que con armonía y equilibrio, han sido capaces de incorporar al día a día el vehículo más eficiente que existe (consumo de energía-calorías/km).

Quizás lo has notado en que todavía no hay demasiadas bicis por esta ciudad (aunque, eso sí, cada vez somos más...), pero posiblemente lo que más te ha llamado la atención es el poco respeto que se tiene hacia el ciclista por parte del conductor del vehículo a motor: adelantamientos forzados, claxon sonando sin reparo alguno, miradas penetrantes... o incluso... algún que otro improperio.

Definitivamente, "entrar al trapo" NO ES la solución. Ello genera mayor crispación, más violencia, y sobretodo, reafirma el comportamiento del conductor, que aunque sólo sea por orgullo, defenderá su "argumento" hasta el final, eliminando cualquier posibilidad de razonamiento y reflexión.

Alternativamente, yo propongo (si las circunstancias lo permiten, por ejemplo, en la parada en semáforo), EXPLICARLES EDUCADAMENTE los motivos por los cuales tienes todo el derecho a circular por la calzada: Primer argumento: la bicicleta ES un vehículo más, y en consecuencia tiene derecho a ocupar la vía. Segundo argumento: ocupo el CENTRO (o Centro - derecha) del carril por tres motivos, por un lado, para evitar impactos con puertas abiertas de vehículos estacionados, por otro, porque de esta forma el vehículo que me precede desistirá en la tentación de adelantarme en el poco espacio que queda a la izquierda; y por último, al ocupar el espacio que te corresponde, eres más visible. Todo ello contribuye a circular con seguridad en bicicleta.

Seamos sinceros, no podemos pretender cambiar una costumbre "cochista" de varias décadas en sólo unos meses, debemos ser pacientes y explorar otras vías... ¿lo intentamos?

2 comentarios:

  1. Por mi experiencia, lo mejor es no entrar al trapo y en la gran mayoría de casos no sirve de nada explicar las cosas, su cabreo por no poder avanzar más deprisa les hace cerrarse y no quieran escuchar tus palabras, normalmente reaccionan con insultos.

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  2. Esa es la sensación que se tiene Mario, pero cuando se lo explicas, una parte de su cerebro (muy profunda) empieza a funcionar y con el tiempo hasta puede brotar una reflexión constructiva. Sé que seguirás explicándolo :)

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